Despierto, apareces en mi mente cuando doy el primer respiro. Noto que en mi piel guardaste tu perfume. Recuerdo el sabor de tu sonrisa, tan resplandeciente como una estrella pero tan inocente como una paloma . Al caminar hacia el colegio recuerdo la manera que hablas, haces que te metas en mis sueños.
Veo que a lo lejos camina una pequeña saltamontes, una doncella hermosa.
Llegas junto a mí, a centímetros de distancia puedo notar el brillo de tus ojos. Haces que me paralice. Mi corazón desea hablar y decirte todo lo que has creado en mi interior, parezco un tonto y mi boca habla:
- Te vez hermosa.
Cada segundo estando contigo, me pierdo en tu mirada.
- Hermosa.. ¿De qué Galaxia eres?
Soy pésimo para bailar, siempre lo intento pero por ti bailaría toda la noche si me lo pidieras. Bailaríamos escuchando la mejor canción del mundo.
Vamos en el mismo salón de clases, a lo largo del día puedo notar como sonríes, haces que solo piense en ti. Descubro que hay un ángel en mi salón de clases todos los días, es sorprendente como me enseña a volar.
Al terminar el día, al nacer el crepúsculo, mi corazón tiene que despedirse de ti. Mi mente deja escapar un suspiro diciendo:
-Quédate conmigo, pequeña saltamontes.
De regreso a casa veo un diente de león, lo tomo con cuidado. Sin poder evitarlo soplo en el pidiendo un deseo; << Deseo no enamorarme de ella, espera ya es demasiado tarde.>>